La carrera de Benedict Cumberbatch no ha sido al vapor, sino una cuidadosa trayectoria que empezó hace 17 años, en la temporada 2001 de la New Shakespare Company entre el 4 de junio y el 8 de septiembre en el Regent’s Park Open Air Theatre (Teatro al Aire Libre del Parque Regent, en Londres)
Un muy joven actor, inspirado por la vida profesional de sus padres Timothy Carlton y Wanda Ventham, y con una licenciatura de teatro en la Universidad de Manchester y una maestría en Actuación Clásica por la Academia de Música y Artes Dramáticas de Londres, (LAMDA), piso por primera vez un escenario para interpretar a Demetrius en A Midsummer Night’s Dream (Sueño de una Noche de Verano) y a Ferdinand, Rey de Navarra en Love’s Labour’s Lost (Trabajos de Amor Perdidos).
La producción de esta última, bajo la dirección de Rachel Kavanaugh, ganó entonces el Premio de What’s On Stage por Mejor Producción de una obra de Shakespeare, reconocimiento que incluía al elenco, entre ellos un joven Cumberbatch.
Desde entonces, no ha dejado de llenar los escenarios, la radio, la televisión y el cine con interesantes personajes que cubren todo el aspecto dramático que solo un gran actor puede alcanzar.