Benedict Cumberbatch, embajador de la marca Jaeger-LeCoultre, disfrutó recientemente de una clase magistral de relojería privada en la tienda insignia de Jaeger-LeCoultre en Londres, impartida por uno de los relojeros más experimentados de Jaeger-LeCoultre, Richard Phipps-Carter.
Benedict Cumberbatch comenzó observando a este veterano relojero (se unió a la compañía hace 31 años), quien luego guió a Cumberbatch a través de los numerosos e intrincados pasos necesarios para ensamblar los componentes de un movimiento con la ayuda de las herramientas de relojería tradicionales, mientras que Benedict Cumberbatch intentó realizar por su cuenta una parte de este proceso particularmente riguroso.
«Richard fue muy entusiasta al compartir su savoir-faire conmigo», dijo Benedict Cumberbatch después de la sesión. «Las operaciones delicadas exigen muchas horas de manipulación minuciosa, desde el grabado y el biselado realizado a mano, hasta el esmaltado, el engastado, el guilloqueado o el pulido de espejo. La precisión en el trabajo manual es fundamental porque ni los errores más pequeños se pueden eliminar».
En una serie de fotografías íntimas tomadas durante la clase magistral, se ve a Benedict Cumberbatch sentado en el banco de trabajo de relojero examinando detenidamente los componentes relojeros a simple vista, incluyendo la masa oscilante del Calibre 925 del Master Ultra Thin Moon.
El actor usa el Jaeger-LeCoultre Polaris Memovox, un reloj inspirado originalmente en su icónico predecesor de 1968 y disponible en una edición limitada de 1000 piezas.
En 2019, el año en que Jaeger-LeCoultre centra su atención en el arte de la precisión (una historia de relojería visionaria de 186 años y primicias mundiales en las montañas del Jura suizo), la Manufactura está encantada de haber recibido a Benedict Cumberbatch para una clase magistral de relojería amedida, durante la cual tuvo la oportunidad de experimentar en primera persona la extraordinaria destreza, la precisión y la paciencia que se exige diariamente a los relojeros de Jaeger-LeCoultre, tanto hombres como mujeres.
Muchos de los componentes que se encuentran en el corazón de un
movimiento Jaeger-LeCoultre son tan minúsculos que si no se utiliza la lente de un microscopio, una persona inexperta podría confundirlos fácilmente con partículas de polvo. El diámetro de algunos componentes del movimiento es, asombrosamente, de solo un milímetro o, en algunos casos, de una micra, es decir una millonésima parte de un metro.
«Admiro a la gente que crea estos relojes», dijo Benedict Cumberbatch. «He visitado la Manufactura de Jaeger-LeCoultre en Suiza y es maravilloso ver su dedicación y meticulosidad».
Todos los relojes Jaeger-LeCoultre se diseñan, producen y ensamblan en la Manufactura JaegerLeCoultre, arraigada en las montañas del Jura suizo, que reúne 180 habilidades especializadas, 1250 calibres y 400 patentes. El sereno telón de fondo de las montañas del Jura ha otorgado a generaciones de relojeros la lucidez para concretar posibilidades que otras personas nunca se han atrevido a imaginar, concentrándose permanentemente en la precisión del cronometraje, los detalles más pequeños, el trabajo artesanal de la mejor calidad y la belleza absoluta.
«Antes de visitar la Manufactura, realmente no sabía mucho sobre los talleres o incluso sobre el Valle
de Joux. Ese valle es el hogar sagrado de la relojería suiza y una región de belleza natural virgen», comentó Benedict Cumberbatch. «En realidad, no sabía hasta qué punto el proceso es manual, especializado y analógico. En cierta medida, la actuación exige la misma dedicación y atención por los detalles. Aunque debemos inventar y crear en niveles diferentes, la dedicación y el cuidado son los mismos».
(MATERIAL DE BOLETIN DE PRENSA OFICIAL DE JAEGER-LECOULTRE )