«The Hollow Crown: The Wars of the Roses” es el segundo ciclo de un proyecto que lleva al público masivo de la televisión las adaptaciones de las obras históricas de William Shakespeare. En el primero, llamada simplemente “The Hollow Crown”, vimos a Jeremy Irons (Henry IV), Tom Hiddleston (Henry V), Ben Whisaw (Richard II) en los papeles titulares, acompañados por un elenco de primer nivel. La reacción de la crítica y de la audiencia fue tan favorable (más media docena de los premios más importantes de la TV británica), que elevó el nivel de calidad esperado.
En “The Hollow Crown: The Wars of the Roses”, que la BBC está transmitiendo a todo el mundo en el marco de los festejos del 400 Aniversario Luctuoso de William Shakespeare, hay también un reparto estelar en el que destacan Judy Dench, Sophie Okonedo, Hugh Bonneville, Tom Sturridge y por supuesto, Benedict Cumberbatch, quien interpreta a Richard III en la serie.
Sam Mendes, quien encabeza a la casa productora Neal Street, declaró en una entrevista para ‘The Times’ la razón por la que Cumberbatch es ideal para interpretar a Richard III: “Creo que -¿cómo lo diré?- hay una gran inteligencia, y lo que yo llamaría un extraño atractivo. Benedict no es sexy, obviamente, pero sin embargo lo es. Creo que puedes decir lo mismo de Richard III. De hecho, es necesario que sea sexy -la obra demanda que seduzca no a una sino a dos mujeres y él habla abiertamente de cuánto se considera inadaptado por su físico, por su apariencia y cómo es su autoestima. Pensé que él entendería esto”.
Cumberbatch, quien no se considera un símbolo sexual y tampoco le agrada ser visto como tal, lo comprende perfectamente: “He tenido una carrera que no depende de la forma en que luzco -pero eso es una gran liberación para un actor, así que realmente no soy tan vano al respecto. Yo, por supuesto, me doy un poco de ‘Oh, Dios, me veo como *******’, pero como actor, nunca, nunca me ha importado”.
( Algunos posibles spoilers a partir de aquí)
Benedict Cumberbatch decidió aceptar el reto de interpretar a este papel por razones que son evidentes y muy congruentes con lo que hasta ahora ha sido su carrera. «Richard III tiene algunas de las líneas y acciones más extraordinarias, viscerales y estremecedoras que pudieras encontrar en cualquiera de los dramas de Shakespeare. Richard III es una tragedia, pero solo se puede apreciar realmente si has visto a Richard a través de todas las obras de teatro y has conocido al adolescente que se convierte en el déspota que se transforma en un despojo atormentado antes de morir en batalla”.
Dominic Cook, quien dirige esta segunda serie, declaró en su momento que Benedict Cumberbatch es ‘un monstruo de la actuación’: «Cuando tienes actores tan buenos como él, puedes obtener todo lo que necesitas en las primeras tres tomas. Sus instintos son brillantes. Tiene una conexión con su parte y en cada toma aporta algo nuevo. Lo dejo hacer sus cosas muy seguido porque sus elecciones son muy buenas”. Cabe mencionar que Cook fue Director Artístico y Jefe Ejecutivo del Royal Court Theatre y es Director Asociado del National Theatre, así que su opinión es la de un auténtico conocedor.
Y en efecto, Cumberbatch logra descubrir qué tan intrincada es la personalidad del Rey Ricardo de William Shakespeare, y lo describe de esta forma: «Lo maravilloso de interpretar a Richard III hasta ahora es haber experimentado la trayectoria completa. Ves el nacimiento de alguien que ha sido tratado como un extraño dentro de una familia tipo Kennedy, todos completamente aptos y atléticos; alguien que se queda en casa, que ha sido domesticado y feminizado, -que lo han dejado solo para que crezca su encono. Eso crea un resentimiento que repentinamente ves explotar en línea recta hacia Henry VI, hacia el final del segundo episodio”.
El trabajo de Benedict Cumberbatch en Richard III es sorprendente, llegando al punto de sobresaltarnos cuando el actor británico rompe la cuarta pared, dirigiéndose directamente al espectador. Esto tiene un efecto fundamental en nuestra relación con este particular personaje, que Cumberbatch explica de esta manera: «En Richard III, él da un discurso sobre la forma en que va a matar al rey, Henry, y cómo esto se relaciona con sus sentimientos acerca de sí mismo como un hombre discapacitado. Creo que eso lo humaniza. En otros momentos, hay humor cuando Richard III saborea sus planes. Él es un antihéroe porque nos seduce. ¡El público no necesariamente está del lado de él, sino que se identifica con su maldad! Y tampoco quiero decir ‘Oh, es sólo una víctima de este mundo cruel. Oh, ¿qué otra opción tenía?’ Por supuesto que tenía opciones. Él muy claramente comete errores y sufre las consecuencias”.
En nuestra siguiente entrega, algunos aspectos de la producción y locaciones de The Hollow Crown.
FUENTES: Entrevistas y reportajes en The Times, The Telegraph, y materiales de prensa de la BBC.
Colaboración: Mariam G, Ana G.