La Doctora Lynnette Porter, profesora de Humanidades y autora de dos biografías sobre la carrera de este talentoso actor británico (Benedict Cumberbatch, In Transition (2013) y Benedict Cumberbatch, Transition Completed: Films, Fame, Fans (2014) ambos editados por MX Publishing), escribe para el Radio Times un artículo muy interesante previo a la entrega de los Óscares. (Traducc: Tere T)
Benedict Cumberbatch es para toda la vida , no sólo para los Óscares
No puede negarse que está de moda ahora, pero la estrella de «The Imitation Game» («El Código Enigma») es un tipo especial de celebridad cuya versatilidad y dedicación al trabajo significa que va a estar alrededor durante mucho tiempo.
El Año de la Cumberbatch. Así es como los medios de comunicación llamaron al 2013, cuando el actor Benedict Cumberbatch saltó a la fama internacional después de una serie de papeles en películas de alto perfil, en «Star Trek: Into Darkness», «The Fifth Estate», «August: Osage County», «12 Years a Slave», y «El Hobbit: The Desolation of Smaug». Cumberbatch coronó estos éxitos con el Premio Britannia de BAFTA como Artista Británico del año. «El Año de la Cumberbatch,» sin embargo, era un título poco apropiado. 2013 fue sólo el comienzo …
Cumberbatch inició el 2014 como una de las 100 personas más influyentes para la revista Time, luego obtuvo su primer Emmy como Actor en una Miniserie o Película, por el papel de televisión que lo catapultó a la fama, el sociópata altamente funcional en la serie de la BBC «Sherlock«.
Luego vinieron las proyecciones en los festivales de cine de «The Imitation Game«, en la que el actor interpreta de manera impresionante los problemas del descifrador del Código Enigma, Alan Turing. Teniendo en cuenta la respuesta de la audiencia – la película ganó el Premio de la Audiencia del Festival Internacional de Cine de Toronto – tal vez no fue tan sorprendente que Cumberbatch comenzara el 2015 con nominaciones al BAFTA y al Óscar. Añadan estos logros a una década de nominaciones y premios, y es fácil ver por qué Benedict Cumberbatch, aunque todavía está en sus 30 años, es considerado a menudo como uno de los mejores actores, si no el actor, de su generación.
Las estrellas que compiten este año por el Óscar al Mejor Actor son un grupo particularmente talentosas, y Cumberbatch ha ganado su lugar entre ellos. Sin embargo, también se distingue de la mayoría de los nominados pasados o presentes.
Un aspecto de la singularidad de Cumberbatch como actor es su versatilidad. Él es capaz y está dispuesto a trabajar a través de cine, televisión, teatro y radio – a menudo en el curso de un solo año. Él es el más conocido, por supuesto, por el conjunto de excelentes actuaciones en dramas, incluyendo su papel galardonado en la película para televisión «Hawking» del 2004 y en 2012 con sus interpretaciones tanto de Victor Frankenstein y la Criatura en «Frankenstein» del National Theatre premiadas con el Olivier. Esto continuó con «The Imitation Game» el año pasado.
Sin embargo, en otras dos películas, Cumberbatch se acercó a diferentes grupos demográficos. Se ganó a público familiar dando voz al lobo super-espía «Clasificado» en «Los Pingüinos de Madagascar» y de nuevo dio voz escalofriante (así como la captura en movimiento ) de Smaug, el némesis escupe-fuego de «El Hobbit».
A finales del año pasado, Cumberbatch terminó su trabajo en «The Hollow Crown«, la serie de dramatizaciones de la historia de Shakespeare de la BBC2, interpretando al voluble Ricardo III. Unas semanas más tarde regresó a trabajar en Sherlock, y #setlock obsequió nuevamente a los fanáticos vistazos del detective consultor más popular del mundo. Aún cuando la más reciente entrega de Sherlock recién finalizó, los seguidores ya están clamando por detalles de cuándo y dónde comenzará el rodaje de la cuarta serie.
A pesar de su éxito en el cine o la televisión, Cumberbatch honra con frecuencia sus raíces en el teatro, ya sea a través de lecturas dramatizadas en festivales u obras de beneficiencia, o en la memorable escena de «Rosencrantz y Guildenstern Are Dead» que ayudó a celebrar el 50 aniversario del National Theatre. A partir de agosto, el Hamlet de Cumberbatch traerá «escandalosa [buena] fortuna» al Barbican; la velocidad de la venta de entradas a más de un año del estreno de la obra, rompió récords de taquilla.
Mientras que muchos actores ganadores o nominados al BAFTA o al Premio de la Academia se alejan de la radio (o nunca pulen sus talentos vocales allí), Cumberbatch sigue actuando en el medio que le dio algunos de sus roles profesionales iniciales. Los oyentes fueron deleitados con el sonido seductor del Ángel Islington en la dramatización de radio de la aclamada fantasía «Neverwhere» de Neil Gaiman en 2013. A finales del año pasado, los fieles aficionados aplaudieron la entrañable comedia «Cabin Pressure» y a su brillante elenco por última vez, ya que dijeron adiós al torpe aviador civil Martin Crieff de Cumberbatch.
Pero incluso la categoría de Cumberbatch como celebridad difiere de la de sus compañeros nominados al Óscar A menudo encabeza las listas de clasificación de todo, desde el atractivo sexual hasta la influencia global. En 2012 derrotó a David Beckham en lo primero y el presidente estadounidense Barack Obama en lo segundo. Su nombre marca tendencias en medios sociales frecuentemente. A menudo comparte una perspectiva intrigante en su profesión, evidenciado en entrevistas ocasionalmente controvertidas. Ha llegado a ser reconocido internacionalmente como un actor serio, pero también es conocido como el hombre que «fotobombardeó» los Premios de la Academia y los Globos de Oro.
Aunque Cumberbatch puede no ser capaz de controlar todos los aspectos de su celebridad, utiliza su popularidad para promover causas nobles. Durante este año, su comprensión de la vida de Alan Turning lo llevó a unirse a Stephen Fry en la petición de indulto para los 49 mil hombres que fueron perseguidos por ser gay, e hizo campaña con Save SoHo para ayudar a evitar el cierre de algunos centros de espectáculos de relevancia cultural en Londres. Durante las entrevistas, ya sea en un estudio o en la alfombra roja, puede ser parlanchín y en ocasiones su elección de palabras es mala, pero Cumberbatch parece estar comprometido sinceramente en llamar la atención sobre temas o personas que carecen de influencia en la política o los medios de comunicación.
Durante la campaña del Óscar de este año, el interés por Cumberbatch, la-celebridad, amenazó en ocasiones con eclipsar la discusión de las cuestiones planteadas por «The Imitation Game«, pero Cumberbatch siempre ha tratado de reiniciar la conversación. Él puede ser muy popular, pero el factor que es interesante de él es la capacidad y la unidad para crear personajes matizados memorables que cuentan historias importantes, así como entretenidas. Él no va por la interpretación fácil; sus actuaciones sorprenden y conmueven al público continuamente. En «The Imitation Game» Turing es divertido y trágico a la vez, enaltecido y destrozado. Más que el diálogo, los cambios de enfoque de Cumberbatch, la mano temblorosa o la cadencia del tartamudeo revelan el estado emocional de Turing.
Cumberbatch puede ganar un premio de la Academia el domingo. Incluso si el Óscar lo elude este año, su dedicación a investigar y prepararse físicamente para sus papeles – y la visión con la que trae personajes a la vida – significan la posibilidad de que sea nominado de nuevo. Él elige cuidadosamente sus papeles y se resiste a ser encasillado; es inminente verlo (o «escucharlo») como maestro en múltiples medios.
Igual que en 2013, cuando los periodistas de espectáculos proclamaron el Año de Cumberbatch, muchos han pregonado que la carrera por el Óscar de este año es el «momento» de Benedict Cumberbatch. Qué equivocados están al limitar el éxito o la popularidad de este actor a un mero punto en el tiempo (el propio Cumberbatch ha expresado su deseo de seguir trabajando en los próximos 40 años). Más que ser el momento en la carrera de Cumberbatch, los Premios de la Academia de este año, pase lo que pase, no son más que el más reciente hito en una carrera actoral para toda la vida.
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