To the Ends of the Earth (2005) ~Reseña y Spoilers~

TO THE ENDS OF THE EARTH: VIAJE HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA, por LU V.

Versión Blu-Ray — Funda de la versión en Blu-Ray

Esta miniserie de tres capítulos, producida por la BBC en el año 2005, nos lleva a un largo viaje sin retorno hacia su destino geográfico, pero también hacia la irremediable transformación de un joven en las vicisitudes de la vida. Está basada en la obra del escritor inglés William Golding (Premio Nobel de Literatura, autor de El Señor de las Moscas), y en cada capítulo se narra un libro de la trilogía conformada por Rites of Passage (Ritos de Paso), Close Quarters (Cuerpo a Cuerpo) y Fire Down Below (Fuego en las Entrañas). Años después las tres obras fueron compiladas en un solo tomo: To The Ends Of The Earth.

Sin necesidad de recurrir a una aventura con piratas, monstruos marinos o peligros desconocidos, Golding se concentra en el pequeño mundo al interior del barco, en donde sus pasajeros se encuentran atrapados por un largo tiempo, durante el que deben aprender a convivir, por no decir que a tolerarse. Además, deben soportar las inclemencias de su limitado entorno, y para algunos es incluso una prueba de supervivencia. A pesar de eso, está llena de humor y de situaciones que mantienen en vilo al espectador.

La obra nos lleva a la Inglaterra de principios del siglo XVIII y gira en torno a Edmund Talbot (Benedict Cumberbatch), un joven aristócrata que debe viajar a Australia para tomar un alto puesto en el gobierno que le fue asignado a través de su poderoso padrino. El Edmund que hacia el inicio de la serie toma una carroza para abordar el Pandora es entusiasta, ambicioso y arrogante; en edad es un joven adulto, pero en experiencia de vida se diría que posee la inmadurez de un adolescente. Sin embargo, la burbuja de privilegios que lo había rodeado hasta ese entonces se rompe al mismo momento de abordar.

Benedict Cumberbatch en el papel de Edmund Talbot.

El Pandora es un destartalado barco de guerra acondicionado para transportar pasajeros y hay quienes dudan que cuente con la suficiente fortaleza para llegar a su destino. Las cabinas en las que viajan Talbot y otros pasajeros de su misma clase son inmundos agujeros en donde se traspasa el agua, el calor sofocante y los a menudo no muy placenteros sonidos de quienes habitan en las paredes contiguas. Ellos son los privilegiados, pues la sección de carga va repleta de emigrantes, en condiciones de hacinamiento nunca antes vistas por Talbot.

Durante la extenuante travesía, Edmund lleva cuidadosamente un diario sobre todo lo que acontece a su alrededor, en parte por encargo de su padrino, en parte por su propia necesidad de plasmar lo que ve y de expresar lo que siente, y a veces, sólo porque no tiene otra cosa que hacer.

Muy pronto las precarias condiciones provocan que el joven sufra el mal de mer que lo tendrá postrado durante días y vomitando las entrañas. Cuando mejora, se aventura a recorrer el barco y conoce al duro Capitán Anderson (Jared Harris), en un encontronazo que sólo es suavizado por su posición privilegiada, lo que impide que el capitán descarge su ira en él en más de una ocasión.

Poco a poco va conociendo al resto de la tripulación, como el Primer Teniente Summers (Jamie Sieves) y el Teniente Deverel (J. J. Feild). Entre los pasajeros se encuentra el Sr. Broklenbank (Richard McCabe), un colorido comerciante de quien se sospecha que la esposa y la hija que le acompañan no son más que parte de un trío sexual; la supuesta hija, Zenobia (Paula Jennings), será en un principio oscuro objeto del deseo de Edmun, y más tarde lo será de su culpa.

Está también el Sr. Prettiman (Sam Neill), un republicano idealista con quien Talbot no congenia mucho al principio; una aristócrata venida a menos, la Srita. Granham (Victoria Hamilton), que obligada por las circunstancias, debe tomar un trabajo como institutriz en Australia; y finalmente está el joven clérigo Colley (Daniel Evans). Es mediante una infortunada serie de eventos sufrida por Colley, un hombrecillo débil e inseguro, que Talbot es indirectamente despojado de la inocencia que le quedaba de su vida pasada, en un brutal Rito de Paso que definirá su carácter y su visión del mundo.

Nunca se dan datos exactos sobre el viaje: cuánto dura exactamente (quizá unos nueve meses), por dónde van navegando (sólo mencionan estar cruzando la línea del ecuador, y más tarde, estar cerca de Sudamérica); ni siquiera se dicen fechas, salvo que en esos días Inglaterra se encontraba en guerra con Francia, misma que terminó durante la travesía, en una de las escenas más dramáticas de la serie. Hay pocas tomas del mar. En general, las referencias externas son sólo un indicio.

El relato lo conforman el mismo Pandora y los habitantes del no pocas veces bizarro minimundo creado por ellos mismos, y todos sufrirán durante ese tiempo cambios trascendentales. Pero es principalmente Edmund Talbot, quien al vivir momentos de luz y de oscuridad, experimentará toda clase de emociones y sentimientos: alegría, desesperación, lujuria, culpa, tristeza, ira y amor, conformándose lentamente en un valiente hombre capaz de asumir las consecuencias de sus actos y las responsabilidades que hasta entonces había evitado.

Las casi cinco horas de duración de To The Ends of The Earth transcurren fluidamente, ya que el director David Atwood supo capturar el humor y el encanto de la obra original de William Golding, pero también se le imprimió a la producción un realismo que hace sentir claustrofobia ante los limitados espacios, temor ante el mar bravo, asfixia ante el calor implacable, e incluso náusea ante algunas explícitas escenas con ‘fluidos corporales’.

Pero lo verdaderamente cautivador son quienes conforman la comunidad del Pandora, para lo cual se eligió un excelente reparto. Al ser un relato en primera persona, Edmund Talbot aparece en prácticamente todas las escenas. Las notas de producción comentan que para esta pesada tarea necesitaban a un actor que al mismo tiempo que joven, tuviera el talento y el carisma para poder mantener el ritmo de la serie así como el interés sobre el personaje de principio a fin. Y que fue casi inevitable la elección de Benedict Cumberbatch, quien para ese entonces ya se había hecho de buena fama mediante sus trabajos en teatro y televisión. Con su pose aristocrática, su voz grave y su natural talento, Cumberbatch caracteriza brillantemente a Edmund Talbot en todas sus facetas, y nos sumerge completamente en el mundo de Talbot durante su viaje en el Pandora, haciéndonos sentir en carne propia el dolor de ese duro ‘rito de iniciación’, pero con el timing perfecto en los momentos humorísticos, lo cual evita que la obra se torne seca o melodramática. En mi opinión, Edmund Talbot es uno de los mejores, más difíciles, y más memorables papeles en la carrera de Cumberbatch.

Jared Harris (hijo de Richard Harris) lleva el papel del Capitán Anderson, un hombre aparentemente insensible, pero que en realidad está lleno de matices y que en el tremendo esfuerzo requerido para llevar a su barco a destino, tendrá que mantener la dureza para sortear las dificultades que le presenta la naturaleza, la guerra, los pasajeros y hasta su misma tripulación. Harris es uno de los mejores actores de carácter de los últimos años, y encarna a un Capitán Anderson a momentos bastante desagradable, pero por quien no podemos dejar de sentir cierta comprensión, y en ocasiones, hasta simpatía.

Victoria Hamilton es una gran Srita. Granham, una mujer que al principio parece rígida y amargada, aunque muy inteligente, pero con el paso del tiempo se suaviza para formar una especie de complicidad con Edmund Talbot, llegando a cuidarlo y a velar por él.

El veterano Sam Neill es sinónimo de calidad, así que no sorprende su maravillosa encarnación del Sr. Prettiman, siempre rudo, pero con cierto encanto. La escasa presencia de un actor de su talla en los primeros capítulos es un tanto decepcionante, pero su personaje cobra fuerza hacia el desenlace, y es el Sr. Prettiman, junto con la Srita. Granham, quienes marcarán más significativamente la vida del joven Talbot. El resto del reparto es también excepcional y sus personajes son igualmente de interesantes y complejos, pero no los menciono para no alargar más esta reseña, y también para no revelar más de la trama, dado que algunos no aparecen sino hasta la segunda mitad de esta bella miniserie.

El único (gran) inconveniente que encuentro en To The Ends of The Earth es que para el público de habla hispana, el DVD carece de subtítulos, ni siquiera en inglés, y no viene con la opción de Closed Caption, lo que hace en ocasiones bastante difícil entender el adornado inglés de dos siglos atrás, incluso con la impecable dicción de Benedict Cumberbatch, quien lleva gran parte de los diálogos, así como toda la narración de fondo. Si eso no es problema, ésta es una obra que ningún admirador de Benedict Cumberbatch… o de Jared Harris, o de Sam Neill, o de William Golding, o de las aventuras en el mar, debe perderse.