A principios de año, salió a la venta el libro Smaug, Unleashing the Dragon, escrito por Daniel Falconer. Es una investigación muy completa sobre todo el trabajo que tomó realizar a Smaug de El Hobbit de JRR Tolkien, en la versión cinematográfica dirigida y producida por Sir Peter Jackson. Benedict Cumberbatch tuvo el honor de describir al Smaug en sus propias palabras en el prologo de este libro y que hemos traducido al español para todos ustedes.
Smaug fue gran parte del tapiz de mi educación.
Mi padre me leía El Hobbit, un capítulo cada noche cuando era un chiquillo y siendo el extraordinario actor que es, me presentó a todos los personajes con participaciones enteramente vocales, incluyendo al increíble Smaug. Gracias a él, el mundo de J.R.R. Tolkien existió como una vívida realidad en mi imaginación, su Smaug formó la base en la cual construí la interpretación de este personaje décadas después de tener la buena fortuna de unirme al increíble equipo de Peter Jackson en su adaptación de El Hobbit.
En el caso de la sincronización poética, nací en el Año Chino del Dragón, siendo también el Año del Dragón nuevamente cuando comencé a trabajar en las películas. Del significado que pueda tener no estoy seguro, pero sirve para ejemplificar el punto de que la gente en todas partes atribuye cualidades a los Dragones más allá de solo ser objetos simples de horror, del cual ciertamente Smaug es parte.
Como parte de mi investigación, obviamente fui a un zoológico y estudié esos animales que reproducen exactamente cómo Smaug se comportaría en su fantástico entorno, pero también pensé acerca de lo que los dragones significan en nuestra cultura y por qué son un símbolo de gran poder, proeza y orgullo.
Por supuesto, nada benigno existe en Smaug. Junto con su orgullo, ira y avaricia, están también sus otros obstáculos. Físicamente es poderoso y parecería invulnerable, aún así esas emociones son tan humanas y anivelan su campo de juego, haciéndole vulnerable también a un nivel tan humano o hobbit. Quería que fuera evidente el cómo llega a tener completo control de la situación, luego su vanidad y ego toman completamente lo mejor de él haciéndolo vulnerable en ese momento hacia un acto de heroísmo.
Las personas deberían estar atraídas hacia el poder de Smaug por qué es impresionante, pero existe también una advertencia. Los Dragones son símbolos de poder y objetos de temor, es verdad pero también son talismanes advirtiéndonos de la fuerza destructiva que el poder conlleva; cómo el poder puede también destruir a su portador. Es un mensaje poderoso en las historias de Tolkien. El poder es para ser respetado y utilizado hacia un propósito específico que tiene beneficios más allá de uno mismo. Existe solo para su propio final si es maligno. Es totalmente esperado y esperanzador para aquellas personas que estarían atraídas al poder de Smaug. Podrían llegar hasta a envidiarle, pero también podrían ser testigos que ese poder ha creado, observando en ese momento que ellos también fueron seducidos y atrapados por el mismo poder que lo ha corrompido.
Este libro cuenta la historia del gran esfuerzo de colaboración para llevar a cabo a Smaug en una realidad cinemática vívida. El lector podrá, espero, temer y ser seducido por el Dragón y la industria de su creación, justo como yo lo estuve cuando las habilidades de mi padre le dieron vida a la Tierra Media para mí. Pero espero que el lector también pueda apreciar el porqué de todo este esfuerzo fue necesario para lograr la meta deseada de todo lo que ha sido. Esta no es la celebración de la majestuosidad destructiva del Dragón, sino una rica y poderosa ilustración a modo de contraste dramático del discreto heroísmo de la verdadera estrella de esta historia, el humilde hobbit Bilbo, cuya pulcra personalidad salva, en última instancia, a su mundo.
-Benedict Cumberbatch, Smaug.