Traducción libre de la reseña del episodio His Last Vow de la Serie 3 de Sherlock, presentada en Sherlockology, la única guía oficial de Sherlock BBC. La transmisión del capítulo final de la serie 3 es el domingo 12 de enero a las 20:30 horas (Reino Unido)
Después de la espera, ya estamos aquí .
Tras los episodios precedentes, Sherlock toma un tono distinto en el final de la serie 3. En esta ocasión, nos dirigimos hacia un territorio mucho más maduro en términos de la caracterización y la estructura, el guión de Steven Moffat lleva al espectador en una montaña rusa de emociones sin tregua, bocas abiertas y giros inesperados.
No se equivoquen. Este es sin duda el episodio más oscuro en la historia de la serie e irá a lugares que nunca se han pisado antes. Es emocionalmente devastador en una forma muy diferente a The Reichenbach Fall, aunque mantiene esa vena de humor feroz y tenso que se basa explícitamente en incidentes basados en los personajes y juegos de palabras que son muy distintos a la comedia que aparece en The Sign of Three, por ejemplo.
Charles Augustus Magnussen, magníficamente interpretado por Lars Mikklesen es el tope más alto que define His Last Vow. Magnussen es un repulsivo y frío enemigo, un hombre tan seguro de su poder personal sobre otros que le da la justificación para comportarse como le place. Completamente diferente al volátil pero increíblemente entrañable Jim Moriarty de Andrew Scott, éste es un depredador morboso, un villano repulsivo y aterrador, alguien que puede estar cara a cara con el Sherlock Holmes de Benedict Cumberbatch y, sorprendentemente, dominar la escena.
Sin ningún tipo de detalles, el despliegue de este nuevo y sorprendente antagonista introduce a un caso -desde el comienzo del episodio- en que los personajes principales se encuentran en situaciones en las que no los hemos visto antes. Hemos anticipado algunos desde hace mucho tiempo, otros vienen de la nada. Esto no es lo que algunos han citado como «complace-fans» que aparecieron en The Empty Hearse y The Sign of Three, es más bien una continuación lógica a través de eventos establecidos previamente y el cumplimiento de algunas sospechas sostenidas durante mucho tiempo que se unen en algunas dramáticas escenas finales del cierre.
Dicho esto, His Last Vow sigue la tendencia de esta tercera serie de desafiar las expectativas del público, una gran aventura que eleva a la serie hacia nuevas, sorprendentes alturas. El guión de Steven Moffat está cargado de elementos del canon, paralelos reverentes y astutas desviaciones que funcionan plenamente, y también cuenta con una mucha mayor expansión y desarrollo. Como algunos de los eventos en The Sign of Three pueden haber señalado ya, estas son versiones de los queridos personajes de Steven Moffat y de Mark Gatiss -no calcas de los originales escritos por Sir Arthur Conan Doyle-, y los aspectos de la narrativa basados en los personajes fluyen a partir de acontecimientos que ya hemos visto.
Visualmente, este es otro episodio impresionante, el uso de la ubicación en particular, lo que supone una escala que eclipsa a las dos entregas anteriores. A Nick Hurran se ha entregado un guión preciado y, ciertamente, no malgasta, a veces convirtiendo las normas establecidas y extrapolando otras a nuevos lugares. El Arte de la Deducción en particular, sufre una impactante y extensa renovación dentro del contexto visual de una obra maestra, una secuencia dramática única. La musicalización de David Arnold y Michael Price logra de alguna manera volverse más grande y extensa. Es imposible preguntarse cuánto más alto y – nos atrevemos a decir– qué tan operístico pueden ser los temas que este par ha desarrollado a través de la Serie 3 de Sherlock, pero por ahora no es un problema la familiaridad con los “motifs» que han creado, sino una absoluta bendición, melodías distintivas que aumentan la respuesta emocional a lo que estamos viendo
Sí, como ya hemos dicho, His Last Vow es una experiencia emocional. Decir algo más sobre el cómo y el por qué del caso sería una grosería y estaría mal. Al igual que The Empty Hearse, ésta es una experiencia que debe ser vivida, libre de conocimientos previos y “arruina-sorpresas”.
Aunque hay una cosa que sí vamos a decirles para asegurarnos de que vean en su totalidad este final arrollador a la tercera serie de Sherlock.
Cuando comiencen los créditos del final, no apaguen la televisión ni cambien de canal. Obsérvenlo con cuidado hasta el final.
Ésa es la única pista que les daremos.