De todas las películas del año 2013, El Quinto Poder, la historia del programador, periodista y activista Julian Assange durante los primeros años de WikiLeaks, es quizá la que tuvo las críticas más duras, la que más controversia desató y la que tuvo el peor desempeño en taquilla. Por todo eso, comencé a verla sin muchas expectativas
(LEE LA SÍNTESIS AQUÍ) y resulta que no sólo no es mala, sino que me pareció uno de los mejores thrillers políticos de los últimos años. El guión está basado en el libro del ex-colaborador de Assange, Daniel Domscheit-Berg: Inside WikiLeaks: My Time With Julian Assange And The World’s Most Dangerous Website”, así como en el libro de los periodistas británicos David Leigh y Luke Harding: “WikiLeaks: Inside JulianAssange’s War On Secrecy”. Fue co-producida por Dream WorksPictures, por lo que no es de sorprender que el proyecto nunca contó con la aprobación de Assange.
Me pregunto si la película sobre el mayor hacker de la historia fue condenada al fracaso deliberadamente desde antes de estrenarse, en vista de las feroces críticas que no le dieron una sola oportunidad. Dura poco más de dos horas y el trabajo que hizo el director Bill Condon me pareció fluido,interesante y emocionante. La secuencia con los títulos iniciales esuna representación computarizada sobre la historia de la cobertura informativa y tomó más de un año crearla. También son brillantes las escenas de la enorme oficina sin fondo repleto de escritorios que constantemente imagina Daniel Domscheit-Berg (Daniel Brühl) como una forma más convencional del trabajo que en realidad efectúan con sus laptops. Una buena parte de la película transcurre en exteriores, en diversos lugares del mundo, otorgando a la producción la personalidad cosmopolita de Julian Assange. Y para los aficionados a la música tecno, la banda sonora es excelente.
Pero sobre todo, al final dejan al espectador ante la opción de armarse cada quien su propia opinión: sobre el tema, sobre Julian Assange, un hombre que quiere revelarlo todo de todos, menos de él mismo; y a final de cuentas, también sobre Daniel Domscheit-Berg, pues siendo él quien está contando su parte de la historia, en ocasiones pareciera que intenta darse baños de pureza y minimizar su participación en el proyecto.
En lo que todos están de acuerdo es que la actuación de Benedict Cumberbatch en su primer papel protagónico en el cine es excepcional. Para transformarse en Julian Assange tuvo que usar tres pelucas diferentes, dentadura postiza y lentes de contacto azules, logrando un parecido físico impresionante. Pero lo más importante es que captura la esencia y la personalidad enigmática de Assange. Me imagino al verdadero Assange como una persona apasionada aunque conflictiva, y que aún por las buenas, incomoda a todos a su alrededor. Fue lo que Cumberbatch logró: ser un Julian Assange apasionado, conflictivo e incómodo de principio a fin.
Daniel Brühl personifica a Daniel Domscheit-Berg, y creo que no pudo haber mejor elección para este papel. Es alemán, con toda la escuela alemana de actuación, interpretando a un experto en computadoras alemán, y con su natural talento, no había donde fallar. Por un lado, su Daniel Domscheit-Berg es tranquilo, tímido, manipulable, pero por el otro tiene principios bien establecidos, y si bien al comienzo se deja manejar por Assange, no cederá ante lo que siente como decisiones unilaterales que pondrían en riesgo la vida de personas inocentes. Entre Brühl y Cumberbatch se logró la química requerida para la trama, y fue una delicia ver trabajar juntos a estos dos estupendos actores.
David Thewlis es Nick Davies, del diario The Guardian, quien en un principio sirve como una especie de abogado del diablo al apoyar a Assange desde los medios editoriales tradicionales, aunque sin dejar de lado los intereses personales de su diario y haciéndose a un lado cuando siente que Assange ha ido demasiado lejos. La larga carrera artística de Thewlis incluye la saga de Harry Potter y “El Niño con el Pijama de Rayas”.
Alicia Vikander es Anke, la novia de Daniel, quien tratará de persuadirlo cuando siente que Assange está teniendo demasiada injerencia en sus vidas. Fuera de eso, suactuación la sentí floja y un tanto desapercibida. En cambio, la veterana Laura Linney como la diplomática norteamericana Sarah Show,se lleva una interpretación impecable, a pesar de no tener mucho tiempo en pantalla (es una lástima que nunca tenga una escena junto a Cumberbatch, y espero que sea así en algún proyecto futuro).
Otras breves apariciones incluyen a Peter Capaldi (el próximo Doctor Who) como Alan Rusbridger, editor de The Guardian; y a Stanley Tucci como James Boswell, diplomático norteamericano colega de Sarah Shaw, quien tampoco tiene suficiente tiempo para mostrarnos toda su capacidad artística. Pero todo el reparto sirve como un sólido soporte para una muy sólida película.
Es conocido el hecho de que Julian Assange, aún cuando admira el trabajo de Benedict Cumberbatch, declinó su petición de entrevistarse personalmente, y que le pidió por e-mail (leelo aquí) que se saliera del proyecto por considerar que la película es tendenciosa y que tergiversa la realidad. Cumberbatch, por su lado, le contestó que apreciaba sus reservas, pero que de todos modos haría la película. Para Cumberbatch éste fue un proyecto muy importante no sólo por el reto fílmico que le ganó algunas de las mejores críticas de su carrera, sino también por convicción personal. Menciona en numerosas entrevistas que quería demostrar que independientemente de la persona que es Assange, o de que si llegó o no demasiado lejos en su cruzada contra el secretismo de los medios,el hombre de cabello blanco provocó con WikiLeaks un enorme impacto sobre la manera en cómo se propagan las noticias en estos días, y que ya no creeremos ciegamente todo lo que viene de fuentes oficiales y supuestamente transparentes.
Sólo resta mencionar que no hay una declaración definitiva por parte de la producción sobre el origen del título “El Quinto Poder”, aunque se dan indicios de que siendo la prensa el cuarto poder, el quinto significaría una nueva clase de periodismo, aquella que representa a los periodistas en los medios electrónicos como alternativa al periodismo convencional. Es una alternativa muy poderosa en esta era dominada por los medios en línea, pero ¿es eso algo positivo, o se presta a un peligroso abuso de la información? Cumberbatch opina que la película se realizó no para crear juicios, sino discusión, pero es finalmente el espectador quien decide qué hacer con “El Quinto Poder”. Pero para eso,primero hay que verla.