El encargado de darle nueva vida a la saga de películas de «Star Trek» para una nueva -y no tan nueva- generación de fanáticos es J.J. Abrams, de probado éxito en televisión y media docena de películas en las que ha sido tanto productor como escritor y director. Su equipo creativo lo conforman los escritores Roberto Orci y Alex Kurtzman, quienes han renovado una fórmula que se niega a morir.
«Star Trek Into Darkness» mantiene el elenco de la película anterior del 2009, «Star Trek», con Chris Pine en el papel del capitán Kirk, Zachary Quinto como el Sr. Spock, Zoe Saldaña como Uhura y Carl Urban como el Dr. McCoy.
La aventura en esta entrega implica que la tripulación de la nave Enterprise tiene que cumplir la misión de capturar a un nuevo peligro para la Federación, un meta-humano con una capacidad letal como no se ha visto en varios siglos: Kahn (Benedict Cumberbatch).
«Star Trek into Darkness» le dio a Cumberbatch la oportunidad de proyectar su capacidad como actor a una audiencia masiva en todo el mundo. La mayoría de las críticas favorables sobre la película recayeron sobre su papel, principalmente por su técnica para encarnar a un personaje con tan amplios matices emocionales. El papel que interpretó Benedict Cumberbatch se mantuvo en relativo secreto desde su preproducción, pues ni siquiera él pudo saber exactamente de quién se trataba sino hasta que ya tuvo el guión en sus manos. Solo se sabía que su nombre era John Harrison, a secas y el detalle final se revela en la misma película como la gran sorpresa, aunque los rumores, por supuesto circularon por todos lados. ¿La razón? John Harrison es en realidad Khan, quien en la serie de televisión y en la película «Star Trek: The Wrath of Khan», fue interpretado por el actor mexicano Ricardo Montalbán.
De hecho, Cumberbatch audicionó para JJ Abrams de una forma particular: En plena temporada navideña, Cumberbatch no pudo encontrar un equipo de filmación para presentar al villano que voltearía de cabeza al Enterprise. “Estaban -recordó al diario The Scotsman- literalmente golpeando a mi puerta, diciendo que, si bien se trataba de un día festivo en el Reino Unido, en Los Ángeles seguían trabajando, y yo tenía que enviar una cinta en ese momento”. Finalmente, su mejor amigo, el actor Adam Ackland, ofreció su cocina como un estudio improvisado. “En el momento en que llegué, ya habían puesto a mi ahijado y su hermana a la cama, así que me puse en cuclillas bajo la mejor luz del techo, mientras la esposa de Adam, Alice, se equilibró sobre dos sillas para sostener mi iPhone, y Adam me daba las líneas fuera de cámara. Realmente ya tenían suficiente en su escenario sin este volátil actor en su cocina, eventualmente hicieron tres tomas de cada escena. Entonces me tomó un día de trabajo comprimir el archivo y enviarlo al iPad de JJ”.
Para su sorpresa, no obtuvo respuesta de inmediato ya que Abrams sí estaba de vacaciones de fin de año, pero finalmente, el 2 de enero recibió respuesta: “¿Quieres venir y actuar?”
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