Eos Chater: la estrella en el violín de Sherlock


Todo sherlokiano sabe que Sherlock Holmes toca el violín, por lo que para la filmación de Sherlock BBC, Benedict Cumberbatch requirió aprender a tocarlo y actuar como si fuera un experto. La tarea de enseñarle las bases, los movimientos y el lenguaje del violín, la producción recurrió a Eos Chater -segundo violín del cuarteto de cuerdas Bond– para ser el coach del actor en A Scandal in Belgravia.

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Eos Chater, foto de Han Myung-Gu

La siguiente es una traducción de su relato publicado en Earth Observing System titulado Sherlock en el violín. Muchos de los comentarios de esta bellísima violinista nos permiten saber lo que es estar detrás de cámaras de Sherlock, pero sobre todo, nos dan un atisbo del carácter y el profesionalismo de Benedict Cumberbatch.

El violín de Sherlock (traducción libre de Dulce C.) 

Es raro estar en un departamento que reconoces de la televisión. Especialmente cuando ese departamento es 221B Baker Street, pertenece a Sherlock Holmes y es básicamente una casa de muñecas de tamaño natural, en el andamio de un hangar, en Cardiff. Es como si Sherlock Holmes se volviera interactivo en 3D. Puedes caminar a través de él, recoger cosas, oler cosas, caminar detrás de cosas.

No lo haces, porque eso probablemente provocaría que personas importantes te gritaran. Pero podrías.

Y… Acción”

Sherlock Holmes se encuentra de pie en su sala, tocando una pieza de Bach en el espejo. Yo estudio sus movimiento, el arco de su brazo y sus dedos. Él es interrumpido por alguien que entra en la habitación. Él deja de tocar y habla. Yo doy unos pasos hacia la cocina – ya no necesitando estar tan cerca…. Ahí están lo que parecen ser unos antiguos tubos de ensayo y matraces en la mesa, como si alguien hubiera estado haciendo un experimento químico− hay algunos platos en el viejo lavadero de acero inoxidable, paños de cocina colgando desde las angulares alacenas de los 50s. Este es un departamento que se usa y alguien tiene que lavar los platos.

“Corte”

Estoy aquí como el entrenadora de violín de Benedict Cumberbacht y hoy está filmando escenas para The Reichenbach Fall, el tercer y final episodio de la segunda temporada de Sherlock.

Me acerco para dar ánimo y para hacer algunos ajustes –Benedict sonríe, «¿Eso estuvo bien?»− (lo estuvo) y luego cuando doy un consejo, él lo consume por completo. La información es su materia prima y no debe de escapársele. No nos sorprende que él sea un Sherlock tan bueno.

Fue David Arnold (el compositor en Sherlock junto con Micheal Price) quienes me pidieron que fuera el entrenador de violín de Benedict. Yo estaba, por supuesto, asombrada y más que un poco emocionada de conocerlo por primera vez, en los estudios Air Lyndhurst. Estábamos sentados afuera en el sol y Benedict apareció, en su ropa de motociclista, casco en mano… pero me las arreglé para no mostrar demasiado mi entusiasmo –puede que mis axilas hayan sudado un poco− pero era un día caluroso, así que eso puede perdonarse.

Gran parte de la clase es utilizada en la postura y la posición de las manos, además de calcular qué tanto de la pieza de Bach él necesitaría aprender y sincronizarla con su lectura del guión.

Le presto mi violín de repuesto para que practique y mientras él se coloca su propio cinturón de piel para usarlo como correa y lo desliza por su hombros, me doy cuenta que los violines se ven mucho más cool cuando los usan motociclistas.

Clase finalizada, él se ofrece a llevarme a la estación EN SU MOTOCICLETA. Momentáneamente me planteo aceptar, dejar que me lleve a la estación, despedirme de él y luego caminar 10 minutos de vuelta a la colina para conducir mi propio auto a casa… pero la lógica prevalece.

Él es muy rápido, muy enfocado. Él no es para nada un títere. Y él es un perfeccionista de verdad. No conforme con parecer convincente, él también quiere sonar convincente. Y a pesar de no tocar ningún instrumento él es muy musical.

Desafortunadamente, el sonido de un principiante en el violín, no es adecuado para un oído entrenado. Creo que esa puede ser la razón por la que casi la mayoría de los violinistas profesionales comenzaron cuando tenían alrededor de 5 años de edad. No son los años. Es la habilidad de quedar contentos haciendo un sonido tan horrible. Gente mayor simplemente no puede soportar el inevitable horrendo chillido de los primeros años y se dan por vencidos antes de que lleguen al punto donde dejan de sonar como el resultado de un apareamiento fortuito entre un gato y un periquito. Aprender violín es volverse un experto en la gratificación tardía.

Benedict tenía una semana y consiguió un sonido sorprendentemente bueno. No tengo dudas de que él sería un buen violinista si tuviera la inclinación.

 Benedict Cumberbatch como Sherlock. Foto de Colin Hutton

Le envié MPEGs de mí tocando las piezas, para que él pudiera practicar usando esas entre las lecciones.

El extracto de Bach que le enseñé fue para The Reichenbach Fall, el tercer episodio de Sherlock 2 y ahora he sido invitada de nuevo para el primer episodio Scandal in Belgravia, en el que hay –me han dicho− una buena cantidad de violín.

La mayoría de las canciones son bienconocidas – We wish you a merry christmas, God save the Queen, Auld Lang Syne−… («debe estar ubicado en julio» pensé)  y una será un tema nuevo que será escrito por David Arnold. Él es estadounidense –así que siendo él−  la escribirá desde el Gran Cañón y me enviará la grabación, que yo transcribiré y aprenderé. Es una hermosa y melancólica melodía. Espero que pueda hacerle justicia mientras siga sonando como si Sherlock tocara el violín.

La música es lo último en ser escrito, así que elijo la claves (de música) de las piezas conocidas para que sean las más fáciles de tocar en el violín, involucrando el menor número de cuerdas y cambios en la posición de las manos.

Basé todas las tonalidades alrededor de la misma posición de las manos para hacerlo más sencillo de aprender –también mantuve todos los arcos separados− así, una nueva nota es un nuevo arco. No es exactamente como lo harías musicalmente, quizás, pero Sherlock es un entusiasta aficionado más que un profesional y manteniéndolo simple es la clave para hacerlo lucir convincente; algo que mantuve en mi mente constantemente en las grabaciones.

Grabé las piezas guía y las envié en una mochila a Steven Moffat (extraordinario escritor) a la lectura del guión que está teniendo lugar en un sitio muy poco probable en el centro de Londres. Esto se siente emocionante. Porque lo es.

La productora y la esposa de Steven Moffat, Sue Vertue, me ofrece un asiento en la lectura. Me rehúso porque no quiero spoilers, ¿verdad?  Es por la misma razón por la que sólo he revisado por encima el guión por las menciones de violín mientras trato de ignorar el argumento.

Para este momento le he dado a Ben dos clases. Ahora es su tercera y última clase.

Me estaba familiarizando con su concentración tipo láser y sus “fijos en el blanco” ojos, cuando es mejor apartarse y dejarlo descubrir por sí mismo. Me dijeron una vez que él sabe cuándo y dónde está cometiendo errores, entonces él perfora y perfora hasta que desaparecen, cualquier ajuste de mi parte mientras él está en este proceso sería más una distracción que una ayuda.

Él presta mucha atención a la manera de manipular el violín, «¿cómo lo levantarías hacia tu barbilla?», «¿Cómo lo tocarías en movimiento con el arco?», «¿De qué manera lo colocarías en la silla?» y él practica y practica cada componente hasta que se ve y se siente totalmente a gusto con el violín.

Nuestro tiempo casi se acaba y todos ya se han ido a casa, excepto por la mujer que limpia, quien entra a la habitación, cubeta en mano y se retira disculpándose. Benedict se disculpa con ella por usar la habitación mucho más de lo que ella esperaba, y lo hace con tanta gracia y encanto, que estoy más que agradecida de estar enseñando a tan adorable ser humano. Empacamos para que ella pueda hacer su trabajo e irse a casa también.

Obtengo las  fechas de rodaje. El violín será necesario de martes a sábado, así que me dirijo a Cardiff por esa semana.

Debo estar a las 12:30 en el primer día, pero me despierta una llamada por teléfono a las 8, preguntando si puedo estar ahí en 20 min. Digo que sí, por supuesto, y revuelvo a mi alrededor frenéticamente tratando de a) despertar b) vestirme c) despertar.

Una vez ahí, me llevan directamente al «escenario», en realidad, la gran cosa tipo hangar en la que está el set. Está muy oscuro, con personas amontonándose alrededor de los monitores, escudriñando cada hebra de cabello, cada pieza de utilería, etc. Mark también interpreta a Mycroft y todo está listo en su vestuario.

En el gran sistema de cosas, el violín no es tan importante, pero el valor de producción en esto, siendo tan alto como es, se da atención a cada detalle… Siento la responsabilidad del «departamento del violín» sobre mis hombros. Tal vez es sólo mi emoción ante la novedad pero se siente como si hubiera una verdadera emoción en el set; el conocimiento de que algo excepcional se está realizando. Hay fotos y cartas de los fans de Sherlock colocadas cerca de los monitores, el silencio apresurado de las tomas en sí mismas,marcada por el bullicio tipo colmena y la actividad de los plazos de entrega, cuando los rieles de la cámara son desmantelados y vueltos a colocar, las luces se mueven, los soportes ajustados y las unidades de aire acondicionado encendidas.

Algo de correo de las fans

Voy y me paro en el set, (en la sala/pasillo/cocina de Sherlock, 221B Baker Street) cuando él está haciendo una escena con el violín, a veces él tiene preguntas entre cada toma.

Seguido, entre escenas, sus únicos momentos de descanso, él me pide lecciones. Él realmente es muy trabajador. Una vez estaba dándole una clase a un lado del set, en la oscuridad, evitando al personal ajustando las luces alrededor, con él vestido EN UNA SABANA. Esto está bien, me dije a mí misma. TOTALMENTE BIEN.

Sorprendentemente, también están grabando escenas que no involucran al violín (¡IMAGINEN!) durante las cuales me senté por ahí a ver los monitores y conociendo al elenco y al personal. También consigo entrar en un lío con Martin Freeman –quien interpreta a John Watson−. Él es el maestro del ritmo para la comedia. Él tiene una excepcional y expresiva cara, como ustedes sabrían si lo hubieran visto –por supuesto que la han visto– él es Martin Freeman por el amor de Dios. ¿¿¿Cuál es su problema???

Nos cruzamos mucho a lo largo del día, nuestros intercambios van así;

«Hola»

«Hola… (Sonrisa con los labios apretados, mirada al piso)»

Esto pasa entre tres y cinco veces al día. Después del tercer día se empieza a poner un poco, bueno…. Hola-s. Él rompe esta racha de holas, preguntándome acerca del violín, de donde soy y siendo bromista… Yo digo algo que se suponía era complementario pero me sale algo mal.

«No me sorprende que tú seas tan delgada… sudando tanto en el set». Sí, ¡Lo sé! ¡Lo sé!, pero en mi defensa, es un día caluroso tremendo y todo ellos visten gruesas ropas de invierno dentro de lo que es esencialmente un invernadero. Sorprendentemente él no se ofende.

Una (Yuna) Stubbs está sentada en la cocina, ella me dice algo silenciosamente que yo no entiendo, así que me acerco a ella para oír lo que tiene que decir. Luego, en su inconfundible ‘voz de cordero’ me dice, «Ese olor no son mis pies… es el refrigerador».

Esa fue la primera cosa que ella me dijo. ¡Una Stubbs! No pude oler nada pero estaba instantáneamente enamorada. Estuve sólo por una semana en el set pero ella se sentó en su silla, me miró y señaló la silla junto a ella, invitándome para una buena charla.

Ella tenía un amor casi maternal por los otros miembros del elenco y parecía muy orgullosa de que Benedict siguiera siendo la encantadora y graciosa persona que era en la primera temporada, a pesar del enorme éxito.

En el segundo día están programado filmar la escena con el fragmento más largo de violín –la canción triste− un hermoso, melancólico y reflexivo tema, que haría eco del mundo emocional de Sherlock en esa escena.

Es una muy larga y demandante escena (como lo son muchas de ellas) con un montón de violín, y él tocando frecuentemente ininterrumpidamente. Sherlock debe estar componiendo la música y está tocando al mismo tiempo, así que se detiene a mitad de la frase para escribir algo de la melodía, luego comienza de nuevo, luego interrumpe para desviar bruscamente una pregunta de Watson. Así que yo necesitaba verlo, para tocar cuando él levanta el violín y detenerme cuando él se detuviera.

Pero Benedict también necesitaba verme, para copiar mis inclinaciones e imitar lo que yo estaba haciendo.  Entre nosotros decidimos que la mejor manera para hacerlo era que yo estuviera afuera de la ventana (a través de la que él miraría) yo dándole la espalda mientras miraba lo que él hacía en la escena el monitor. Yo tenía audífonos para escuchar las señales también. Tratamos. Estoy muy abajo, Ben no puede verme. Me colocaron en una escalera de tijera. Muy abajo. Ellos elevaron la escalera. Pusieron una y luego dos cajas en la escalera para que me parara sobre ellas. Esto funcionó aunque me sentí un poco insegura porque la barandilla de seguridad estaba ahora por debajo de mis rodillas y el telón de fondo de «Baker Street” enfrente de mí se estaba moviendo con el viento y jugando con mi cabeza, como un malvado y bromista fantasma del equilibrio, tirándome de balance.

Pegué con cinta adhesiva la música al monitor. Ellos están grabando el sonido. Es bastante atemorizante porque pude haber arruinado la toma. De vez en cuando, Benedict llama a la ventana para preguntar acerca delas posiciones de las manos. Dada la cantidad de cosas que  él tiene que pensar mientras toca un instrumento totalmente ajeno a él (sus multitudinarias líneas, qué mano utilizar para señalar, estar en su marca) lo hace muy bien.

Al igual que con otras escenas ellos graban muchos ángulos diferentes.

A pesar de que yo lo estoy mirando a él, mirándome, mirándolo y concentrándose… y hemos estado haciendo esta escena por un tiempo y estoy parada en una cosa alta, con paredes temblorosas, tratando de no caerme… incluso teniendo en cuenta todos eso… cuando se trata del acercamiento a la cara de Sherlock cuando está tocando esta triste canción -se ve tan triste y metido tan profundamente en su propio dolor, que me abruma la tristeza y me digo. Eso es buena actuación, eso es.

Le digo después que él me hizo llorar. Sonríe…. Pfft. Actores.

Es el día siguiente, y Benedict ha pedido una lección en su remolque antes de ir al set para filmar una escena en la que toca el“Auld Lang Syne”.  Nunca logramos practicar esta antes ya que había mucho más que hacer. Posiciones de las manos, inclinación, posición del cuerpo, etc., y él sólo tiene que ser capaz de fingirlo- no tiene que tener perfecta afinación. Pero lo hace. Porque es Benedict.

Estoy asombrada como Ben escoge el tono él mismo, le doy una posición de partida y un dedo (¡oh! silencio) y me siento horrorizada mientras toca las notas. Él lo había casi dominado en diez minutos teniendo sólo tres adecuadas clases;  ninguna de las notas estaba desafinada. Estamos muy emocionados, espontáneamente ‘chocamos los cinco’ (algo que dudo que cualquiera de nosotros haría normalmente) y yo decidí que es algo así como un genio.

Mi labor realizada, me arrastro hacia fuera… el resto del reparto y el equipo aún tienen 3 semanas de rodaje. (Las cuales serían interrumpidas por disturbios en Londres)

Una vez que la edición se hace, David Arnold y Michael Price se deciden a escribir la música. También verifican las escenas de violín para la sincronización, ya que no había playback en el set – eso habría comprometido la fluidez entre el diálogo y la música. (Mis grabaciones anteriores eran más como guías que el resultado final). Algunas de las tomas ahora cortadas entre principios y finales de las canciones, y se ven muy bonitas pero las canciones todavía tiene que sonar como las canciones en sí mismas. Así que volví a grabar las piezas. Es un equilibrio que hay que mantener y la melodía debe estar tan cerca del original como sea posible, y hacer coincidir la inclinación, por lo que ajusto como toco para encajar con la imagen de la mejor manera posible.

Estoy muy agradecida de haber sido una (pequeña) parte de la segunda serie de Sherlock, después de haber disfrutado de la primera serie tanto, como una espectadora.

Observé Scandal in Belgravia completa por primera vez ayer por la noche cuando se emitió en BBC1 y estaba tan aliviada porque no había leído el guión adecuadamente de antemano. Fue un verdadero placer verlo y sin saber lo que iba a ocurrir a continuación.

Significa también tengo la oportunidad de leer el guión ahora, con una taza de té y unas empanadas ligeramente rancias.

¡¡Feliz año nuevo!!

2 comentarios sobre “Eos Chater: la estrella en el violín de Sherlock

  1. ¡Realmente adorable! Yo en su lugar no podría haber coordinado dos palabras sin tartamudear si estuviera en ese set.Fue genial que haya descrito como es un día (o varios) en la grabación de Sherlock,un plus a una nota sumamente interesante como lo es la música del programa.
    Muchas gracias por la traducción,es difícil encontrar este tipo de notas en español y mi ingles es limitado.

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